Como sucede con muchos tipos de arañas, los rituales de apareamiento drow son impredecibles y llenos de peligro, al menos para el macho. Las mujeres gozan de una incuestionable superioridad en la sociedad drow. Las sacerdotisas dirigen la política, y las matriarcas controlan a las familias y los negocios. De acuerdo con los estereotipos row, las hembras son más inteligentes, impasibles y crueles, mientras que los varones son estúpidos, impulsivos y emocionales. Los varones matan y mutilan para defenderse y demostrar que no son cobardes. Las hembras lo hacen porque les divierte.
Las hembras se casan por razones políticas, pero no son monógamas. Pueden filtrear con sus segudiores, con viajeros de otras comunidades o incluso con sirvientes y esclavos.En cambio, se espera de sus maridos que se mantengan completamente fieles a sus esposas, y si se les descubre haciendo lo que no deben, probablemente serán sacrificados. Por otra parte, si una poderosa sacerdotisa se encapricha del marido de otra mujer, puede enviarle al altar si comete la osadía de rechazar sus favores. Los varones atractivos suelen verse ante este tipo de situaciones sin solución, y por ello suelen desfigurarse a sí mismos o pasar largos períodos de tiempo lejos de la comunidad, con grupos compuestos por otros cazadores varones.
La tradición drow permite que sus hembras mantengan relaciones con miembros de otras especies. En cambio, si un varón se enreda en semejante coqueteo, se considera un delito capital. Cualquier contacto sexual entre un drow y una draña significa la muerte inmediata, sin importar lo más mínimo el rango que ostente el drow. Las relaciones con las drañas siguen siendo el mayor tabú de la cultura de los elfos oscuros.
Escrito por: Robin D. Laws para la Revista Dragon (número 2 de la edición española)
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