lunes, 23 de agosto de 2010

Rompecabezas

"Cuando juegas al Juego de Tronos, ganas o mueres, no hay termino medio."
Cersei Lannister

Al fin acabé "La filosofía en el tocador", de echo lo terminé hace meses, ya ni recuerdo cuantos, supongo que es otra de esas cosas que da igual (es algo que la gente me dice mucho últimamente: "da igual", "no hagas caso", "actúa como si nada". Es algo que no acabo de comprender, ¿por qué todo les da igual a ellos?). Pero ya va siendo hora de volver a centrarme y este blog debería ser una de las cosas que debería volver a poner "al corriente" en mi vida: podarlo, actualizarlo, cuidarlo, mimarlo, y quien sabe, quizá verlo crecer con amor y algo más. Me gustaría escribir relatos, aunque sé que van a ser terriblemente malos. Necesito mejorar en muchas cosas, esa es una de ellas: necesito aprender a expresarme mejor.

He conocido varias personas nuevas desde la última entrada, unos me han ayudado (o al menos han palmeado mi lomo amistosamente) y otra persona sólo me ha proporcionado quebraderos de cabeza con su comportamiento, pero quizá, curiosamente, sea también la pieza clave que necesitaba para resolver mi rompecabezas (¿Pero cuándo le di el golpe al tablero? ¿Por qué lo hice? ¿Cuándo perdí el rumbo?). Quizá fue gracias a aquella conversación, tan ridícula, en la que confesé que realmente soy feliz siendo tal y como soy y que me niego a cambiar ciertas cosas de mi persona, al fin y al cabo, me quieren con y por esas cosas tan particulares (y ello me lo recuerdan constantemente, sobretodo cuando me regaño a mi misma). El caso es que esta perra quiere salir adelante de este bache. Tengo ganas de aullar una victoria, una victoria tras tantos fracasos y derrotas... quiero alzar el morro y ver como me miran con gesto aprobador. Quiero saber que los demás son felices porque yo al fin vuelvo a ser útil.

El caso es que creo que el problema (puede que esté equivocada, no lo sé) de todos estos meses ha sido que he ido "perdiendo" partes de mi, como las aves cuando van perdiendo sus plumas... pero sin sustituirlas por otras nuevas. Lo he ido haciendo, poco a poco, sin darme cuenta y sólo la melancolía de las últimas semanas y las dudas que me carcomían me han indicado que cosas he ido echando de menos: salir, la música, la ropa, las correas, bailar en la discoteca como si nada importase (ni si quiera que yo no sé bailar), echo de menos ver feliz a la gente a mi alrededor, echo de menos ser útil, echo de menos conseguir pequeños triunfos, echo de menos la ingenuidad, pensar que todo el mundo es bueno y que la gente está para ayudarte, echo de menos demasiadas cosas... y podría ir recuperándolas todas poco a poco, e incluso (¿por qué no?) conseguir más cosas, hacer las cosas mejor y satisfacer más a todos, llevar un poco de ilusión y esperanza a los míos, abrir nuevas puertas, descubrir nuevos mundos y hasta permitirme el lujo de engañarlos para que salgan de sus madrigueras y pasemos buenos ratos con nuevos amigos. Creo que puedo y debo, pero necesito encontrar las fuerzas para hacerlo. Es el último peldaño de esta escalera...

Necesito centrarme, necesito compañía y apoyo, necesito sacar lustre a la máscara que siempre porto y que pocos son capaces de arrancarme, necesito ordenar mi vida y ayudar luego a los demás, que por mi culpa (por no tener las ideas claras, por no actuar cuándo y cómo debía) sufre la persona que más ha hecho por mí y eso no me lo puedo permitir. Esta carga es solamente mía y de nadie más (los errores los cometo a pesar de tus consejos, por nunca escucharte a tiempo), al igual que la culpa también es sólo mía. Espero haber aprendido la lección, otra más para esta perra cada vez más vieja...

Quizá sea como me dijo un amigo y necesito ampliar mis horizontes, conocer más gente y disfrutar un poco más. Quizá sea lo que los dos necesitamos: libertad y tiempo para nosotros, tiempo en el que no necesitemos pensar en nuestras rutinas, sino en nosotros (y yo en ti, pues esa es mi misión más sagrada). Quizá necesitamos un poco de magia.... ¿quién sabe? Todo es cuestión de probar, sólo nosotros podemos crear y recrear el mundo a nuestro gusto, pues es nuestro regalo de nacimiento, sólo nuestro y de nadie más.

Pero esta noche sólo pienso en lo mucho que quiero tirarme a tus pies: quiero lamerlos y besarlos, quiero llorar por tenerte de nuevo de vuelta, quiero recuperar el tiempo perdido, quiero seguir aprendiendo de ti y junto a ti, aunque luego me regañes o me pegues, aunque luego me rechaces. Lo único importante es que seas feliz.

Los collares y juguetes te esperan.... Esto no es lo mismo sin ti.

Tengo muchas dudas pero muchos planes. Quiero retomar mi vida por donde la dejé y no pienso cometer los errores del pasado. Tengo que mejorar, quiero mejorar y voy a hacerlo.

Ya sabes donde está tu perra. Ya sabes que te espera, como lo hacen siempre los perros, con ilusión y alegría.

La decisión es tuya.

Ilustración de: Jezebel

2 comentarios:

mallorie dijo...

hola, tengo un programa de radio erótico y pensaba tocar este tema, pero tengo muchas preguntas, es posible que me ayuden??

Canis lupus familiaris dijo...

Buenas noches Natalia.

Lo siento, pero yo no me encuentro capacitada como para ayudarte, pero seguro que cualquiera de los dueños de los blogs que tengo en seguimiento y puestos en el blog estarán encantados de compartir sus conocimientos contigo.

Yo apenas estoy empezando en esto.

Muchas gracias igualmente por la proposición.

Besotes!